Mi abuela Erna (83) tiene más que suficientes reservas de dinero para renovar su antigua propiedad, pero ella no quiere hacerlo. Según ella, vive en una vivienda de lujo de ensueño con agua corriente (caliente), calefacción central (de petróleo), un inodoro dentro de la casa, lavadora y secadora, una cocina y horno eléctricos, ventanas bien selladas y persianas. Una cerámica tan buena como el inodoro verde vómito de los años 60 ya no existe y sus ventanas fueron tan caras en los 80 y son de tan buena calidad que prácticamente no han sufrido desgaste. Además, de todos modos morirá pronto, ¿para qué gastar dinero?
Mi abuela Erna también creció con la letrina al final de la calle, un baño de pozo en el patio, sin luz eléctrica, sin calefacción central y con "una familia por habitación", desde esa perspectiva todo esto es un lujo....
Hace 20 años quisimos ponerle un lavabo nuevo en su cocina de los 60, pero hasta hoy sigue sin usarse en el sótano, porque no necesita nada nuevo...