Son excepciones, la mayoría corresponde a mi afirmación. Yo mismo crecí en un entorno donde los hijos de reemigrantes tardíos generalmente tuvieron éxito a través de la educación secundaria.
Yo también pensaba como tú, pero es así. Actualmente lo veo nuevamente. Niños en nuestro barrio, curso de piano, dibujo, aprender inglés jugando con niños pequeños, etc. todo eso cuesta, pero también aporta una base cierta.
Pero entonces aumenta el riesgo de que estos niños se destruyan de manera diferente a sus compañeros de los guetos de bloques. X cursos por semana, entregados puntualmente en el bus helicóptero de combate de mamá, y con un círculo de amigos bien escogido. Con la legalización planificada del cannabis (que justamente proviene de estos ambientes) pronto habrá un nuevo callejón sin salida para los descendientes intensamente apoyados de la clase media, que quisieran ser clase alta...
Al final es muy sencillo: educación y conocimiento, así como habilidades (artesanía, arte) simplemente no tienen valor en la sociedad. Esto afecta a ambos extremos de la brecha. Influencer, estrella de Twitch, algo con medios, o rentista, todo mucho más atractivo que aprender algo con esfuerzo. Los bienes llegan en cajas marrones a la puerta, y mientras haya electricidad, todo está bien.
Bueno, algo de pesimismo cultural, pero sigo firme en que la educación (= el proceso de aprendizaje) no juega ningún papel en la sociedad, como máximo como KPI de resultados. Boletín de notas bueno, todo bien. No gastamos dinero en ello, y tampoco se aprovechan las oportunidades existentes (que hay muchas).