Impuestos, gasolina, reparaciones, reemplazo del coche y muy a menudo incluso el seguro es más barato. Eso es MÁS que suficiente si se calcula honestamente.
Según mi experiencia, no es así. Nuestro Twingo tiene ahora 100 meses, costó 8300,- y ahora vale unos 4000, habría una cuota de leasing de unos 40 al mes, el coche eléctrico siempre estaría por encima de 200.
Solo conducimos unos 8000 km al año, porque ella está en el pueblo y yo ya no trabajo y la mayoría de las cosas las hago en bicicleta. Antes era natural que fuera diferente, entonces teníamos dos coches. Hoy, si necesitamos más que el Twingo para viajar, vamos al portal de alquiler de coches del ADAC.
Pero eso es otra historia y no se puede aplicar a personas que trabajan o incluso a quienes hacen desplazamientos diarios, que por cierto viajan por su hogar, por una casa asequible aquí arriba, por la pareja que trabaja aquí, etcétera. Sin la tarifa plana, la situación de vivienda en las ciudades se agravó aún más.
Pero... ¿por qué debería uno eliminar el Twingo, Fiesta, etc., y alquilar el ID3? ¿Por qué? ¡Protección del clima! Pero el Twingo, Fiesta, etc., seguirán circulando, solo que no aquí. Sin embargo, en otro lugar, y por mucho tiempo. Entonces, ¿qué aporta realmente el coche eléctrico? No se produjo de forma climáticamente neutra y encima, hasta ahora, suele ser un segundo coche. Lo que realmente sería beneficioso es eliminar totalmente el coche propio, por ahora en el campo es completamente ilusorio, en Hamburgo quizás sería posible. Tal vez Apple pronto llegue al punto en que se pueda pedir un Siricar a demanda a través de una app y pagando una tarifa anual, autónomo, Siri, llévame al Aldi, luego al puerto y a la peluquería. Si eso funciona, para nosotros, mi esposa y yo, sería factible.
El autobús no es una alternativa para mí, no me gusta viajar con mascarilla en asientos grafiteados, en compañía de jóvenes problemáticos.