Seguro que es una cuestión de perspectiva. Para mí no sería una propiedad verdadera, porque la tierra entonces justamente no me pertenecería. Un motivo principal para la adquisición de nuestra propiedad fue, por ejemplo, la posibilidad de heredarla a los hijos o nietos. También el valor de reventa, en caso de que alguna vez haya que deshacerse de ella. Ya reconozco que para algunos es la única opción. A algunos puede que las cosas mencionadas ni siquiera les molesten. Pero yo también digo que para nosotros eso no habría sido una opción.