Sería interesante saber ahora cuánto duraron en promedio las financiaciones con el 38% del ingreso en los años 70 a 90 y cuánto duran ahora con un promedio del 25%. ¡Los intereses también eran mucho más altos en aquel entonces, por lo tanto, teóricamente la amortización debería haber sido menor! También sería interesante comparar aquí las tasas de capital propio de entonces y ahora. No tengo ni idea si ya existían tantas financiaciones al 110% como hoy, lo dudo mucho.
Pues según recuerdos de los años 90 y parcialmente finales de los 80, las financiaciones típicas de entonces siempre apuntaban a una amortización en un plazo de 25 a más de 30 años. Pasar de los 65 años (la edad de jubilación de entonces) se consideraba inapropiado e imposible de conseguir en el banco.
Las financiaciones al 110% eran desconocidas para casas unifamiliares. El límite habitual de préstamo era el 60%, hasta el 80% eran posibles pero se consideraban más bien un harakiri sobre todo para los mayores :) Se empleaba mucha fuerza física como capital propio y también se contabilizaba. En aquel entonces, muchos conocidos y amigos participaban en la construcción, y proporcionalmente había más artesanos que ahora.
El plano de construcción fue dibujado y presentado por el primo (capataz), quien también dirigió la estructura básica y fue realizado por el club de fútbol y dos tíos. La estructura del techo fue levantada por un amigo de un amigo durante varios sábados con la ayuda de voluntarios. La cubierta y la instalación de la calefacción posiblemente se hicieron por cuenta propia. El resto de la construcción interior se hacía con gusto en familia extensa; trabajos más simples como poner el aislamiento o pintar a veces se encargaban a los niños adolescentes del vecindario por un pequeño pago.
En los pueblos se oía martillear, taladrar y serrar después de la jornada laboral y los sábados por todas partes. Muchas casas no se enyesaban por fuera hasta años después, y las áreas exteriores al momento de la mudanza estaban mínimamente preparadas solo con lo necesario.
Hombre, uno se siente viejo... por cierto, yo mismo nací en 1975 y vivía entonces en el Vorspessart.