También puedo, para salvar el honor de los artesanos, poner el contraejemplo: hemos pedido a artesanos de aquí del pueblo que reparen dos persianas exteriores defectuosas.
"Ok, tenemos que ver cuándo funciona. Pero lo voy a mirar, entonces sabremos lo que necesitamos."
"Sí, no hay problema, también pueden meternos en medio cuando haya tiempo libre" (200m en línea recta, yo en HomeOffice)
Algún día, 2 o 3 semanas después, suena el teléfono, "Los artesanos están en 5 minutos", "¡Jop, todo claro!"
Los dos colegas traen todo lo que necesitan. Trabajan 36 minutos, escriben 30 minutos cada uno, la factura por 1 hora + material se tira al buzón.
Nuestro técnico de calefacción nos llamó después de una reparación un viernes por la noche ya el domingo, para preguntar si todo funcionaba, porque hacía tanto frío afuera y si no, vendría otra vez un momento.
¿A qué quiero llegar? Sí, muchas cosas son un robo ahora mismo. Pero si tienes un buen artesano a mano, encárgale siempre en el futuro, aunque sea un 10 o 20% más caro que el barato Kalle de 60 km de distancia.
Una mano lava la otra y como cliente habitual se habla completamente diferente con los colegas.