Claro que una casa propia también puede ser una buena inversión financiera. Pero conlleva un riesgo de concentración considerable. Y en muchos casos, alquilar habría sido al final más barato.
Quien quiera ahorrar dinero, ¡no debe construir bajo ninguna circunstancia! Quien quiera lujo y propiedad, ¡debe construir sin duda!