Las 400.000 nuevas viviendas políticamente exigidas, que se pretendían construir anualmente, no se pueden alcanzar. Se logrará a duras penas quizá la mitad.
Solo por eso, llevará a una escasez de vivienda aún más aguda. De hecho, la nueva ley de calefacción conduce a un mayor encarecimiento de los costos de construcción.
La construcción de una vivienda en un edificio multifamiliar cuesta hoy alrededor de 300.000 euros. Para construir aquí de manera neutral en costos, se debe generar una renta neta fría de 18 euros. Hasta ahora, las sociedades de vivienda calculaban con costos de 230.000 euros y luego 11 euros de renta neta fría. El problema es que nadie puede pagar esos 18 euros de renta fría por metro cuadrado. Por lo tanto, no se planifican nuevas construcciones a los precios actuales.
Sin embargo, si se escucha que en 2022 inmigraron a Alemania 1,5 millones de personas, es decir, se observa un aumento neto de la población, se comprende la gravedad de las cifras. Para este año es probable que se registren números similares.
¡Se prevé escasez de vivienda! ¡Se prevén alquileres explosivos!
¿Qué ayudaría aquí? Los expertos proponen la reducción del impuesto de transmisiones patrimoniales. De eso pienso poco. No servirá a corto plazo.
En mi opinión, solo sirve si se fortalecen los muchos pequeños arrendadores y se crea vivienda adicional mediante incentivos fiscales.
Si se cargan a los arrendadores los costos de la transición de calefacción y energía térmica, no servirá de nada. Más bien ocurrirá lo contrario.
¿Qué tal si se obligara a construir una o más viviendas anexas y a alquilarlas al construir una vivienda unifamiliar? Como parte del permiso de construcción, por supuesto acompañado de subvenciones y componentes fiscales.
Yo, como arrendador, tuve que pagar ahora una suma no desdeñable de impuestos adicionales. No puedo formar reservas. Las inversiones solo se pueden deducir mediante depreciación. ¿De dónde debe venir el dinero para nuevas inversiones? Podría ampliar un ático y crear así 4 viviendas más. Mi capital para eso ahora está en parte en la oficina de impuestos. Pago impuestos con gusto, pero debe mantenerse dentro de límites razonables.
Solo la instalación planificada de bombas de calor agotará el capital total de inversión de las grandes sociedades de vivienda.
No quedará dinero para nada más. Por cierto, tampoco para la construcción de viviendas nuevas.
Y otra vez: todavía existen primas estatales para demoliciones y sigan demoliendo sin parar. Sin construcciones nuevas de reemplazo.