En la entrada de una nueva urbanización cerca de mi casa, en una próspera pequeña ciudad en el norte de Turingia, había un cartel de venta de terrenos para construir. Allí se anunciaban terrenos a la venta por 89 euros por metro cuadrado. Quizás habría comprado un terreno para construir otra casa. Un vendedor de casas estaba montando un cartel publicitario y así entablamos conversación. Ahora los terrenos cuestan, solo unos meses después, ya 149 euros. Eso, por supuesto, es demasiado caro para mí.
Además, promotores inmobiliarios y obligación de construcción. Ya se ha vendido todo y solo quedan algunos terrenos residuales mal ubicados.
Al menos allí eso está resuelto por ahora.
Los costes de financiación se han triplicado aproximadamente con el aumento de los precios. Sin embargo, los precios no bajan por el momento.
Como estoy observando el mercado, por supuesto espero una buena oferta. No necesito financiación, por lo que me da igual que suban los intereses.