Exacto, la cocina y la casa ya están en armonía, solo que para mí personalmente el concepto general sería motivo de divorcio y de fuga. Pero sobre gustos no se puede discutir, cada quien encuentra distintas cosas bonitas y eso está bien. Sería aburrido si todo fuera igual.
Aunque en eso estoy completamente de acuerdo con Fummelbrett: ya he pensado en si debería entregar virtualmente un cepillo de dientes para que se puedan mantener bien limpias todas las pequeñas cajas y los remates *g*.
Mi principio suele ser: la forma sigue a la función
Por lo tanto: solo frentes de cocina lisos. Y los armarios altos siempre deberían llegar hasta el techo (me conozco: por falta de tiempo nunca limpiaría el polvo o limpiaría arriba, pero por otro lado me da asco lo que se acumula ahí).
Además, siempre prefiero algo reducido, simple y, si es posible, atemporal, es decir, nada de adornos modernos (o rústicos, da igual). Con la esperanza de que se pueda mirar todo eso después de 20 años sin que duela la vista. Claro, también estamos sujetos a las tendencias actuales, pero espero que no demasiado. (solo el suelo: queremos roble natural; hace algunos años el roble era un no-go, se usaba el haya... veremos si dentro de 20 años todavía nos gusta el roble)
Otra vez sobre el sótano de madera:
- Nos gusta la madera como material de construcción; un sótano de madera fue para nosotros la consecuencia lógica de eso
- no encontramos un constructor de sótanos "normal" que nos diera una promesa fija
- sí, como sótano es experimental, pero como método constructivo ya hace tiempo que está probado y testado (en Hamburgo debe haber casas selladas con láminas EPDM; estas duran más de 35 años y están expuestas a viento y clima; una lámina así bajo tierra está mucho más protegida)
- en 50 años tendré 101 años... si el sótano dura tanto (y tenemos la garantía del fabricante de las láminas EPDM por ese tiempo) eso es suficiente para mí - y después de mí, el diluvio (no tenemos hijos)