La proximidad al agua/vista siempre es algo genial. Solo pequeños arroyos, etc., los evitaría. Si en verano hay poca agua, comienza a oler mal y los mosquitos también disfrutan.
Los primeros muebles empotrados se van instalando .... y la chimenea, que antes era imponente, de repente parece desaparecer y hacerse pequeña. ¡Los primeros veleros ya están navegando!