Por ejemplo, todavía tendría la veranda. Originalmente estaba abierta, luego se cerró con ventanas y un pequeño muro de 12 cm, y, como eso resultó un poco delgado, por dentro se cubrió con placas de poliestireno, detrás de las cuales el moho hizo estragos felices.
Luego quité el poliestireno, rasqué el yeso con moho y un constructor de barro aisló por dentro con placas de fibras de madera y enyesó con barro.
En ese proceso también hubo ventanas nuevas, que el carpintero mencionado diseñó y fabricó. Así que no son originales, pero, como creo, encajan bien con el estilo de la veranda.
