La mujer deseaba el sonido del agua en la terraza. Pero hoy el trabajo estaba en pausa. Taladrar, serrar... uno no quiere perturbar la tranquilidad dominical, especialmente después de un desastre futbolístico. Mañana se continuará con la plataforma de madera. ¿Quizás ya lleguen también los bloques de piedra?
PD: ¡fíjate en mi césped perfecto, que sembré recién en mayo! ¡Estoy tan orgulloso! :P
