chand1986
23.11.2023 06:26:45
- #1
A primera vista, lo que escribes suena completamente lógico y razonable. Sin embargo, debo disentir fundamentalmente, lo que por supuesto exige una buena justificación. Por eso, explicación: a) Los gastos de alguien son los ingresos de otra persona. b) La economía solo crece si la suma de ingresos en un período definido es constantemente mayor. c) Existen, desde la perspectiva macroeconómica de un país(!), cuatro sectores que ingresan y gastan: empresas, particulares, estado propio y exterior. Si se toman a) a c) como premisas, se deriva lógicamente lo siguiente: si al menos uno de los cuatro sectores ingresa más de lo que gasta, entonces la economía se contrae, a menos que otro sector gaste más de lo que ingresa. Por lo tanto, ahorrar en un lugar requiere endeudamiento en otro para que la economía funcione o incluso crezca. En Alemania, el sector privado siempre ha ahorrado y desde hace unas pocas décadas también el sector empresarial. La deuda del Estado alemán también fue durante décadas menor que el ahorro de los dos sectores mencionados. Por lo tanto, Alemania ha vivido durante décadas de la deuda que el exterior ha contraído. Esto se observa concretamente en el número del superávit anual por cuenta corriente. Esta relación de dependencia puede disolverse: o bien conociendo la estrategia para hacer que el sector empresarial vuelva a ser deudor (yo no conozco ninguna ni conozco a nadie que la conozca), o bien si el propio Estado alemán se endeuda. Por lo tanto, un freno a la deuda no es más que la consolidación de la dependencia de la deuda extranjera. Si un Estado no gasta dinero directamente en inversiones sino, por ejemplo, en lo social, ese dinero también vuelve a las empresas, porque la tasa de ahorro de los beneficiarios de prestaciones sociales probablemente es casi nula. Así, indirectamente es también un gasto para la economía, que a su vez encuentra un mejor entorno de inversión que si esos gastos estatales no existieran. Por lo tanto, un freno a la deuda también se puede llamar siempre un freno a la inversión. También se podría llamar freno a los ingresos. Para mí se trata de un reencuadre: suena muy bien en principio frenar la deuda. Pero macroeconómicamente también significa frenar los ingresos. Un Estado no es en absoluto comparable a una empresa o a una persona particular: es un sector completo y además tiene una moneda propia, en la cual nunca puede estar en quiebra y cuenta con el mandato de cuidar la economía en su conjunto. Por cierto, estoy abierto a contradicciones y críticas, pero estas deben dirigirse a la cadena lógica mencionada arriba. Ya no puedo escuchar frases como "Pero no podemos...". Podemos hacer cualquier cosa, pero entonces debemos vivir con las consecuencias.No existe un freno a la inversión. Existe un freno a la política social y a las subvenciones a espuertas. Es absolutamente correcto que el Estado deba priorizar en qué gastos se puede incurrir. La priorización y la mediación de diferentes deseos es la tarea principal de los políticos democráticos. El Estado alemán no tiene un problema de ingresos, sino un problema masivo de gastos. Un problema de gastos no se soluciona con más dinero, ni en una persona particular, ni a nivel estatal. Lo que realmente falla no es el freno de la deuda, sino su masiva y abusiva elusión. Quien justifica una excepción por una emergencia debería usar esa excepción solo para la emergencia y no para otra cosa. Y, sensatamente, se contabilizan los gastos cuando se generan y no en algún momento pasado, idealmente en tiempos del gobierno anterior...