Descuento descuento, déjame decirte, el descuento se añade previamente. Si hago un precio justo, ese es el precio. Basta. Pero si me gustan los descuentos y ¡al alemán le gustan los descuentos!, entonces el precio de lista es acorde. En Alemania se venden descuentos, por eso también los precios de lista absurdos. ¿Quién puede imaginar, por ejemplo, que a veces hay descuentos del 89 %?
Un fabricante alemán de bombas de calor, por ejemplo, da un 60 % en sus unidades (más un bono del 5 % con cierta compra). Y el cliente se alegra muchísimo cuando recibe un 20 % (menos en comida para animales)...
O también los recargos por inflación. Cuando el diésel estaba a 2 euros, había un recargo por diésel del 5 %. Ahora el diésel está a 1,70 y ¿qué pasa? Sigue habiendo un recargo por diésel del 5 %.