Hasta ahora parece que el jardín ha sobrevivido bien a los Santos Hielos. El domingo todavía planté colinabo, col china, rúcula y repollo rizado, así como lechuga de cortar y cebollas. A ellos no les importa por ahora. El higuera ya tiene 20 frutos formados, así que la envolví bien por precaución.
Ya estoy impaciente porque pase la fría Sofía y por fin pueda plantar todo el maíz adelantado, poner los chiles, los tomates, la pera melón, etc. en macetas. Para que haya un poco más de espacio para moverse en el invernadero.
Mi querido árbol de ciruelas, que planté hace 4 años, parece estar muerto. No hace ni un sonido. Y había crecido tan bonito...
La entrega de plantas para el terraplén de 80 metros junto a la calle ya ha llegado y está esperando para ser plantada: un níspero, dos avellanos, dos amelanchas, un espino amarillo y 25 endrinos... Esto va a ser divertido.