¿Cómo se llamaba aquella fantástica localidad con garantía de felicidad? ¿Neuschwanstein? ¿Disneyland? Por si alguna vez paso por allí...
Neuschwanstein seguro que no, se dice que el constructor se fue al agua.
Las grandes cooperativas de viviendas reciben 100 euros por metro cuadrado de subvención cuando derriban viviendas.
¿Quién demonios puede entender esto aún?
El derribo es una medida clave para la descontaminación de terrenos de construcción que contienen escombros no aptos aún para su depósito en masa. Lo que ni siquiera nadie se atreve a llenar con refugiados, eso realmente puede desaparecer.
Es una porquería, pero al final se les hizo creer durante mucho tiempo a muchos que construir era algo posible para todas las familias jóvenes. Los beneficios no eran para las familias, sino principalmente para las empresas. Y así surgió el oscuro sector de los asesores energéticos.
Desde la logística de los fondos, estos programas de subvenciones, que atrajeron a multitud de pequeños actores, fueron en realidad desde el principio un desastre total. El "hombre común" probablemente tendrá que alegrarse de que ahora, tras puertas cerradas, se esté tramando cómo ajustar la subvención sin "pérdidas dispersas" a los participantes potentes del mercado. De los asesores energéticos no me preocupo, van a cobrar el subsidio hasta que el coronavirus permita su regreso a la profesión que aprendieron como animadores de excursiones de mantequilla ;-)