Las alternativas ya existen y sin embargo se están desarrollando activamente. Mucho más interesantes son los potenciales de ahorro aún no utilizados:
Solo pienso en el teletrabajo. Para cada día en la oficina, con un motor de combustión, actualmente necesito 50 kWh de energía para el viaje de ida y vuelta. Con esa energía puedo suministrar electricidad y calefacción a nuestro apartamento durante unos 3 días.
¿Quién te prohíbe el tráfico individual?
Sí, las alternativas existen y se están desarrollando, pero eso no es suficiente. En cuanto a la fotovoltaica y la bomba de calor, todos sabemos, especialmente aquí, que no funciona de un día para otro.
En el tema del teletrabajo, estoy de acuerdo contigo. Sería apropiado una obligación para los empleadores de facilitarlo donde sea posible.
Entonces ve a Berlín: cada vez más prohibiciones, cada vez más restricciones. Y eso sin alternativas razonables.