Lo siento, de alguna manera arruiné la publicación de arriba y aun así la publiqué, entonces empecé de nuevo.
Esta es una situación complicada que no se puede desenredar de una vez.
El derecho no es igual en todas partes como en nuestro país y hay lugares donde se maneja más como una recomendación y la determinación y energía de una persona se valoran más positivamente que aquí. Aun así, una vez que se ha permitido la creación de hechos, es difícil o imposible deshacerse de ellos.
Eso genera resentimientos. La pregunta sería, si ahora hay problemas emocionales y objetivos, si no se podrían aliviar más fácilmente los dos campos de conflicto si se trabajaran uno tras otro.
Profesionalmente, en la administración de comunidades de propiedad (WEG-Verwaltung) frecuentemente he trabajado en la formación de personas que tienen una idea completamente diferente de lo que es la propiedad. Por cierto, es tedioso y no siempre funciona. A veces tenemos que obligarlo legalmente, entonces al vencido casi no se le puede lograr un sentimiento de pertenencia. Pero funciona con más frecuencia si se encuentra un mediador que ambas partes puedan valorar.
¿Cómo podría ser un mediador? Él, en este caso desafortunadamente se puede descartar a una mujer, podría ser por ejemplo alguien que conozca bien la mentalidad donde se sospecha que hay más resentimiento. Podría ser un experto en donde tal vez la solución objetiva del problema sea más urgente. Con ese tipo de criterio se podría salir a buscar y tratar de encontrar a alguien.
He tenido muy malas experiencias cuando se permite algo que no está bien y luego se quiere demandar para que se elimine. Mejor no.
Saludos cordiales y mi solidaridad,
Gabriele