Y así es como está la situación hasta hoy. Todavía hay artesanos que trabajan los sábados por iniciativa propia. Ya no lo creía posible.
No hubo pastel como agradecimiento, como suele promocionarse aquí, pero sí sopa de gulash con panecillos, ensalada de pepino y una Radler por persona.
Y no lo van a creer, la empresa la encontré por ebay-Kleinanzeigen.
Como un contraste brutal puedo mencionar a mis artesanos de la empresa constructora general (GU), a quienes un viernes les había pedido, ya acordado con el director general, que trabajaran más tiempo (normalmente los viernes solo hasta las 13:30, de lunes a jueves hasta las 15:30, llegada al chantier entre las 8:00 y las 9:00 – no tengo idea de cómo cuentan sus horas) a eso de las 11:00 les entregaron 24 grandes panecillos con carne picada. Ese día solo eran cuatro (aunque no lo sabía antes). Cuando volví poco antes de las 13:00, los panecillos y los artesanos se habían ido.