La cocina de Ikea nos ofreció la mejor relación calidad-precio. Bueno, también teníamos tiempo para el montaje. Que este durara bastante (alrededor de 8 días) no lo habríamos esperado, pero no fue ni complicado ni tedioso.
Sin embargo, 18 armarios con interior tardan su tiempo y volveríamos a elegir una cocina de Ikea en cualquier momento. Sobre todo por la transparencia de precios (que echamos en falta en los estudios de cocina).
En cuanto a los electrodomésticos, cogimos la cocina y el frigorífico de Ikea. El horno y el microondas son de Neff y el lavavajillas de Siemens.
Tenemos en la casa que alquilamos actualmente una cocina de Ikea, una Faktum, desde hace casi 10 años y todavía me parece preciosa, y nunca hemos tenido problemas con ella. También creo que el sueco no hace cocinas malas.
Probablemente hubiéramos dejado que montaran e instalaran la cocina completamente y, junto con los costes de montaje, el precio habría sido similar al del estudio de cocinas. Y allí habíamos visto una cocina que queríamos (solo por el aspecto). Como suele pasar a veces.
Tampoco me parecieron especialmente transparentes los precios de las cocinas en los estudios. Pero en el que al final compramos pudimos acordar con el asesor desde el principio que no nos molestara con esas historias de porcentajes y descuentos, y que solo nos interesara el precio final. Lo entendió bien y siempre nos dijo el precio de inmediato. Incluso cuando queríamos cambiar algo (cambiar un electrodoméstico por una serie superior o algo así), siempre nos podía decir exactamente cuánto costaba más o menos.
Comparamos el precio de la cocina final haciéndola planear en otros 2 estudios de cocina. No hubo prácticamente diferencia en el precio. Hablamos de diferencias de unos 100-200 € sobre casi 20.000. Así que, por supuesto, compramos donde nos habían asesorado y planificado tan bien desde el principio.