Mi comparación con la exhibición pueril de botellas de licor no tiene nada que ver con ser "aburrido en la adultez". Se trata de vulgaridad. Los adolescentes colocan las botellas para que las vean los invitados. Puedo festejar duro, puedo emborracharme, soy genial. Ese es el mensaje. ¿Es uno aburrido como adulto si a los 20 años quizás deja de hacer eso? Yo no creo.
De alguna manera no tiene sentido. Los adolescentes no ponen botellas que compran para beberlas. El viernes por la tarde se compra para el fin de semana. Eso es todo. Tampoco hay ningún mensaje.
Nuestras botellas están, honestamente, sobre un armario porque las botellas de licor que te regalan en Navidad son tan largas y no caben en ningún armario sin desperdiciar espacio de almacenamiento innecesario. Entonces tienes tres, además se pone el oporto con el que se cocina. ¿Y para qué poner ahora las dos botellas de ginebra en otro lugar? Tampoco son tan feas.
Habría que cuestionar esos vitrinas donde se pudre la "vajilla buena". O toda la colección colorida de tazas de café que algunos guardan en sus armarios... la mesa del desayuno debe parecer la de los hotentotes
El gusto es diferente, y cada uno tiene otras prioridades en la vida que ama y cuida.