También escuchamos muchas cosas. Mayormente cosas positivas - de gente que nos dice lo genial que les parece que lo hagamos nosotros mismos; que con las empresas siempre han tenido problemas. La única que se queja - pero no en serio - es la suegra. Ya no le gusta ver nuestro montón de escombros delante de la casa, qué pensarán los vecinos, ya están hablando de ello, etc. Pero pronto llegará el contenedor, entonces el montón desaparecerá de nuevo.
La semana pasada mi pareja ordenó el taller y nos dimos cuenta de algo muy importante: ¡Hemos cruzado el punto! El punto mágico. Porque desde hace unos meses estamos construyendo, poniendo todo definitivo, haciendo cosas duraderas. Antes habíamos desmontado mucho, preparado, tenido que construir/construir provisionales. Pero ahora por fin se está haciendo "en serio". La caja con interruptores, enchufes, etc. para provisionales fue alegremente (!) desechada.
Estoy feliz como un niño pequeño por los próximos "hitos": la cocina. El pavimento. La ampliación del jardín con sauna (*freujubelhüpf*). Ay, qué bonito es todo esto <3