O bien esperar a que quizás algún día sea más barato, o tragar la píldora del precio, o simplemente mudarse a los alrededores. Ahora no tiene por qué ser un problema hacer desplazamientos. Los compañeros de trabajo de mi marido conducen 50 km hasta el trabajo. Mi vecina trabaja en Ffm - eso son al menos 60 km más X.
Para nosotros son 25 km para mi marido, y yo trabajo en casa, es decir, 2 m de camino al trabajo.
25 km me parecen (especialmente si se viaja de manera anticíclíca como nosotros) absolutamente OK. Para esos 25 km se necesita menos tiempo que para ir de un punto a otro dentro de la ciudad. Allí a veces ya se necesitan 45 minutos para recorrer 3-5 km - ¡contando con el transporte público!
Aunque se recorren más km, para eso está la deducción por desplazamiento. Y con 50 km diarios de camino al trabajo, los costos de desplazamiento no te arruinan. En nuestro ejemplo, los costos de "combustible" (es decir, electricidad + alquiler de batería) son tan altos como el precio de un billete de transporte público dentro de la ciudad.
Además de que yo ya no me mudaría voluntariamente a la ciudad (simplemente odio la sensación de vivir en la ciudad), se puede conseguir vivienda mucho más barata un poco fuera.
Por suerte, nosotros compramos la casa con suficiente antelación. Mi lema no fue dudar ni pensarlo mucho, sino comprar tan pronto como el banco pase de negar con la cabeza a asentir ligeramente. Así evitamos la explosión de precios (y aun así nos beneficiamos de los intereses súper bajos actuales).
Lo mejor hoy es hacer una buena compra (¡todavía hay!) posiblemente a unos metros afuera, y así haber escapado de la locura de los alquileres. Eso seguramente seguirá en el futuro, porque para revertir la evolución de los precios tendrían que suceder algunas cosas que son bastante improbables.