Pitiglianio
24.04.2022 17:18:09
- #1
Acabo de echar un vistazo rápido al hilo y me sentí recordado de mi primera situación de vivienda en mi propio hogar.
También aquí el vecino, que en cada ocasión ponía música alta en el jardín, además tenía una voz tan fuerte que al escuchar cada llamada telefónica y otras conversaciones, uno se veía obligado a escuchar.
La amabilidad y las buenas palabras no prometían ningún éxito.
Afortunadamente, no me aguanté mucho y contraatacé con las mismas armas. A partir de entonces, en nuestra terraza hacia el vecino poníamos música alta, y fue desde la mañana hasta la noche. No pasó mucho tiempo hasta que él "vino a hablar" con nosotros. Por pura gratitud, que paramos nuestra música, tampoco se escuchaba mucha música en su jardín al mismo tiempo.
Con muchos es así, que primero reaccionan cuando ellos mismos se enfrentan a los mismos problemas.
También aquí el vecino, que en cada ocasión ponía música alta en el jardín, además tenía una voz tan fuerte que al escuchar cada llamada telefónica y otras conversaciones, uno se veía obligado a escuchar.
La amabilidad y las buenas palabras no prometían ningún éxito.
Afortunadamente, no me aguanté mucho y contraatacé con las mismas armas. A partir de entonces, en nuestra terraza hacia el vecino poníamos música alta, y fue desde la mañana hasta la noche. No pasó mucho tiempo hasta que él "vino a hablar" con nosotros. Por pura gratitud, que paramos nuestra música, tampoco se escuchaba mucha música en su jardín al mismo tiempo.
Con muchos es así, que primero reaccionan cuando ellos mismos se enfrentan a los mismos problemas.