Justo los bajos se transmiten en nuestra zona dependiendo de cómo sople el viento, a veces incluso a kilómetros de distancia. Y debido a todos los clubes y demás, en realidad hay fiestas con música con bastante frecuencia.
Eso lo puedo confirmar absolutamente. Ya varias veces sospechamos de nuestros vecinos inmediatos cuando escuchamos música bastante clara y fuerte en el jardín, pero la dirección no encajaba, venía del campo. Al final era música del cuerpo de bomberos voluntarios, a un kilómetro (¿o más?) atravesando el campo, a pesar de los obstáculos. Por cierto, suelen hacerlo con frecuencia.
La música desafortunadamente puede llegar muy lejos. Claro, no es tan frecuente como ocurre con el vecino actual. Pero no se puede escapar totalmente de la música, ni siquiera en medio de la nada.
Quizás también te ayude a ver un poco más realista ese mundo ideal del aislado caserío rural. Me parece que proyectas demasiada esperanza en ello y, junto a ese bello sueño, la situación actual parece aún más poco atractiva.