ypg
23.12.2020 14:31:34
- #1
Por cierto, me parecen simplemente geniales los dos salientes en el sótano.
Sí, ahí están, los 80 ;)
Por ejemplo, yo no pagaría un espacio para fiestas de adultos. Estas SIEMPRE tienen lugar en la sala de estar, donde más me gusta estar y/o en la terraza. El sótano para fiestas, ya sea para jóvenes o mayores, para mí es algo anticuado que no encaja en los tiempos actuales. Como dije: en MI forma de pensar y de vivir.
Los sótanos para fiestas tuvieron su apogeo en los 70-80 (!?) y hoy en día no conozco a nadie que todavía los use.
Exacto. Los 80. Mis padres ya huyeron de una fiesta en los 90 porque estaba en el sótano. Pensaba que tenía la casa para mí solo, y ¡zas!, a las 9 de la noche ya están llegando :eek:
Y pienso con nostalgia en las fiestas infantiles donde se jugaba a la botella — en el sótano para fiestas.
Hace 10 años tuve que pasar la Nochevieja en el sótano para fiestas... Dios, fue horrible. La vida pasa por encima de ti y no te enteras de nada :D
¡Nunca más!
No necesitaría para nada esos espacios.
Nadie los necesita. Solo porque la abuelita tenía un sótano para almacenaje y la despensa era tan genial (para un niño eso era fantástico, si venías de un apartamento alquilado), uno mismo no necesita uno si no cultivas verduras.
El valor de la fiesta todavía existe, pero más bien la juventud está en plan creativo: ponerse a cocinar en la cocina, acampar afuera, tostar pan en una fogata, manifestar los viernes o tirarse a ver la tele.
Por supuesto, si tienes varios hijos con hobbies que ocupan mucho espacio, entonces esos cuartos, creo, tienen sentido. Pero las “fiestas” que quieran hacer conmigo, se celebran con gusto abajo, en grupo compacto y en planta baja.
Y con los presupuestos financieros tan frecuentemente mencionados aquí, siempre me sorprendo de lo que, a pesar de un presupuesto apretado, se considera “normal” o de lo que no se quiere prescindir. Yo preferiría invertir cada euro en un gran espacio habitable.
Sí, había alguien que prefería renunciar a la casa antes que construirse sin sótano.
Si hubiera tenido 50.000 € adicionales para la construcción de la casa, lo habría destinado todo a equipamiento de planta baja. Ni un euro hubiera escondido abajo. Y si tuviera dos o tres hijos más, habrían tenido un área de juegos bajo el techo con luz natural. Pero muebles viejos, esos van directos al pequeño comercio.