En realidad, todas las personas adultas con las que no me molesta que estén en la casa sin avisar y sin tocar el timbre tienen una llave.
Así es como lo conozco. Esas son las personas que viven allí. Además, llaves de repuesto, en cada caso con los padres, entregadas bajo la promesa de no aparecer sin previo aviso. Sus llaves de repuesto las tengo yo bajo la misma promesa.
El resto puede tocar el timbre si hacen visitas totalmente espontáneas. Casi nunca ocurre. Antes, un mensaje: "hey, estamos por la zona en bici, ¿estáis ahí? En 30 minutos estaríamos con vosotros."
Si encaja, entonces hay café o cerveza o lo que sea. Si no, lo digo. Si el mensaje no se lee a tiempo, nadie aparece.
Encuentro este procedimiento muy agradable.