Como dice el dicho: "El hombre construye la casa y la mujer la amuebla"
Como ya han escrito varias veces otros, pequeños detalles estéticos (como el color del pavimento) no deberían poner en peligro una relación. Probablemente hay otros problemas. Por supuesto, construir una casa es estresante o una carga adicional. Si además la situación financiera es ajustada, los nervios están a flor de piel.
En nuestro caso funciona sin grandes problemas o roces. Aunque yo pago la casa, mi mujer tiene igualdad de derechos. En cuestiones de planificación nos sentamos juntos, discutimos ventajas y desventajas y luego tomamos una decisión. A ella no le interesa mucho la tecnología. Lo mejor es que esté oculta, funcione bien y sea fácil de usar.
En cuanto a la decoración y aspectos estéticos le dejo bastante libertad porque tiene mejor gusto para ello. Mi felicidad tampoco depende de que las baldosas sean marrones o grises. Si ella quiere así, por favor.
Al principio no le gustaba mucho el estilo Bauhaus. Después de ver varios objetos se dio cuenta de que Bauhaus no significa vacío ni incómodo. Al contrario, bien hecho transmite sensación de seguridad. Por supuesto, con líneas claras. Ahora está encantada con ello.
Muchos compromisos los atiendo yo solo porque ella tiene que trabajar. Hablamos antes y, si es necesario, mandamos algún mensaje de texto para aclarar algo entre medio. La mayoría de las decisiones las tomo yo solo en la mesa. En cosas importantes o que afectan mucho al carácter de la casa llevo muestras o concertamos una cita juntos.
Construir una casa es un gran proyecto y al final debería hacer felices a ambos.
Si ya en la fase de planificación todo va tan mal, hay que reconsiderar todo (y también la situación de vida).