¿Y ahora qué queda? El contrato de una casa nueva en un pueblo vecino, donde también tendría que ocurrir un "cambio total", jardín de niños, amigos, otros parques de juegos, otro entorno (sí, sí, son pequeñeces, lo sé, pero para mí de alguna manera es relevante).
Entiendo que para ti esto se siente como un "cambio total", pero aún así sabes que los amigos no desaparecen por eso y además sus vidas también cambian, porque estrictamente según el dicho: "Nada es tan constante como el cambio". Por ejemplo, tus hijos también pueden beneficiarse de un cambio y aprender desde temprano a lidiar con lo nuevo. Mi sobrina casi no lleva a cabo la construcción de la casa porque los niños estaban en contra. Pero los niños no pueden pasar eso por alto ni deben decidir, porque son niños. Hoy en día solo se sacude la cabeza al recordarse a sí misma.
Asimismo, la búsqueda eterna de algo mejor puede convertirse en una adicción...
¿Tengo que resignarme a no poder permitirme nada en "mi" pueblo?
Se pueden leer dos parámetros aparentemente fijos en esto, a saber, "no poder permitirse nada" y "mi pueblo".
La pregunta sobre lo que puedes o quieres permitirte solo tú puedes decidirla para ti mismo, porque cada persona lo ve de manera diferente. Por ejemplo, yo "gustosamente" gasto más por vivir dentro del edificio, por fuera menos de buena gana, y en otros "consumos" aún menos; pero eso varía de persona a persona.
"Mi pueblo" siempre ha sido donde me sentí bien, ya fuera el piso de alquiler o la casa propia. Actualmente vivo a 500 km de mi antigua casa, mi lugar de nacimiento, muchos amigos, y sin embargo estoy en "mi" (nuevo) lugar. El cambio forzado o por sí solo no es bueno, al igual que la inquietud, pero aferrarse rígidamente a lo conocido tampoco es adecuado.
Probablemente esa suma también me asustaría y me preocuparía, por lo que estaría dispuesto a hacer un corte más radical y cambiarme a mí y a los míos. Probablemente tú tampoco encontrarás a la gallina que pone huevos de oro.
Mi amigo ha vivido toda su vida en Degerloch, lo que para mí sería impensable. Él siempre decía que no podía ser de otra manera debido a la guardería, las escuelas, etc.
Por supuesto que hay otra manera, yo he vivido a 100 km de distancia en el campo en una casa, y él siempre estaba un poco "celoso", pero él no quería cambiar nada en sí mismo.
Ambas cosas son/eran posibles y ambas cuestan un precio (no solo financiero) — uno de esos tienes que pagarlo, y tú no eres la excepción.