Pero al parecer no es tan sencillo :D
Simplemente ayuda asumir que la otra parte no es tonta. Ya sean bancos, cajas de ahorros para la vivienda o inversores en el mercado de capitales, todos son personas que crean o negocian productos financieros de manera profesional. Si valoran las cosas de forma evidentemente errónea, rápidamente se arruinan. Si algo suena demasiado bueno para ser verdad... entonces lo es.
Y precisamente los contratos de ahorro para vivienda... casi todos los tienen y parecen tan inocentes. Pero si se mira detenidamente, son uno de los productos financieros más complejos con los que una persona privada tiene que tratar. Especialmente en combinación con otros productos financieros o con grandes sumas (palabra clave: garantía de depósitos) acechan diversas trampas. Además, debido al largo plazo desde la firma hasta el crédito, existe un riesgo considerable para el ahorrador de vivienda de tener derecho a un crédito barato frente a una sociedad insolvente.