No puedo prever el futuro, pero aquí algunos puntos de referencia: Hasta ahora se ha evitado que grandes cantidades de créditos fallen mediante subsidios de corta duración y similares. Si uno observa los balances anuales de la industria, no se espera una crisis ni una gran reducción en un futuro cercano. El confinamiento ha afectado principalmente a sectores que de todos modos rara vez son propietarios de viviendas. Actualmente no se espera que en los próximos 1-2 años muchas personas tengan que vender, lo que mejoraría significativamente la oferta. En el lado de la demanda tampoco se espera una mejora a corto plazo. Debido a los bajos intereses, la demanda sigue siendo alta y mientras el mercado laboral no se desplome, la demanda continuará existiendo. Posiblemente el aumento se desacelere un poco porque los bancos ya no acompañan los altos precios y exigirán más capital propio. Sin embargo, esto no llevará a una caída de precios.
En la construcción hay algunos factores adicionales. Las zonas para construir tienen mucho más interés que espacios disponibles. Como resultado, el negocio para las empresas constructoras va bien; un gran fabricante de casas prefabricadas nos comunicó un tiempo de espera de 15 meses. En esta situación nadie reduce los precios, con un aumento estimado de un 4-5% anual. Además, se suman cada vez más requisitos para las nuevas construcciones que encarecen la edificación. La siguiente etapa de la normativa de ahorro energético llegará seguro, y entonces la casa KfW55 será obligatoria. Eso es más caro y, por supuesto, ya no habrá subvenciones de 18 000€. Además, hay varias normativas municipales que dificultan la construcción económica: obligación de paneles fotovoltaicos, cisternas de retención, techos verdes, y así sucesivamente. En ese sentido, es mejor construir temprano que esperar.
Pero: también debe encajar financieramente. Si tienen poco capital propio, eso es problemático. En ese caso podría valer la pena ahorrar un poco más. Sin embargo, solo se puede decir con precisión cuando se cuente con cifras concretas de capital propio, ingresos y la localidad deseada para vivir. Independientemente de eso, solo la búsqueda de un terreno puede durar años. Por lo tanto, no está de más comenzar con eso si el resto encaja y ahorrar capital propio mientras tanto.