soy escéptico respecto al mundo financiero y a nuestra moneda y por eso considero que invertir en tierra no es una mala idea.
El aumento reciente en el precio de la tierra agrícola tiene una causa importante en nuestro sistema financiero y la escasez de alternativas de inversión ("crisis de tipos de interés"). Hay tanto capital en el mundo y tan pocas inversiones seguras y atractivas que justamente los precios de los inmuebles suben.
Si el objetivo es conservar el valor de forma segura, la tierra es seguramente mucho más inteligente que muchas otras cosas.
La ventaja de la tierra, en mi opinión, es especialmente que no se destruye en la guerra (puede ser devastada, pero no destruida directamente*) y que las expropiaciones apenas ocurren o se hacen tarde [En la RDA hubo una reforma agraria, sí, pero centrado en el tema de este foro, se puede afirmar que las casas unifamiliares y otras propiedades inmobiliarias eran comunes y aceptadas]. Aparte de eso, otros "valores reales" (participaciones empresariales) también mantienen su valor. Lo demuestran varias empresas que también han sobrevivido guerras y otras crisis.
Sin embargo, estos son en mi opinión principalmente argumentos que aplican a muy largo plazo y en ciertos escenarios catastróficos. Quien parta de condiciones "normales" y disponga de medios limitados, en mi opinión, se beneficia más con un plan de ahorro bancario o con un plan de ahorro en ETF. Prácticamente sin esfuerzo y con pocos costes; oportunidades atractivas de rentabilidad. ¿Por qué invertir ese poco capital libre en tierra, donde primero el notario y el Estado se llevan su parte? En mi opinión, solo vale la pena para sumas mayores, es decir, para el (uno de los) porcientos más altos de la población, y sirve allí para una mayor diversificación.
*Excepciones: Fukushima, Chernóbil.