Breve estado de nuestro proyecto de construcción de vivienda:
Ayer, durante la reunión final para la firma del contrato, decidimos en contra. ¿Por qué? Porque nuestro instinto nos dijo que no a todo el proyecto. En parte, ya no pudimos verificar de manera transparente los recargos que se habían colado durante las últimas 8 semanas. Al final, se trataba de una suma de 10.000 € sobre la cual especulábamos de dónde venían en detalle. Cuando nuestro interlocutor se molestó, puso mala cara y nos hizo sentir que deberíamos sentirnos mal por cuestionar ciertos puntos justo antes de firmar el contrato, rompimos. Habíamos empezado a firmar la oferta y la descripción del servicio, pero no pudimos luchar contra nuestro mal presentimiento al firmar el contrato de construcción. Nos sentimos realmente mal... luego nos asesoramos durante 20 minutos y decidimos no continuar. Lo que escuchamos después confirmó nuestra decisión. Internamente ya habían apostado a que no firmaríamos y nos soltaron todo tipo de comentarios. Mi conclusión: ¿Construir con empresa constructora / promotor? ¡No, gracias! Si retomamos el tema, optaremos por el camino del arquitecto. Ya estoy harto de conversaciones de este tipo, regatear cada euro como en un mercado y la actitud de reproche. Hemos visto a 9 empresas constructoras diferentes, hablado con ellas, negociado, esperado, estado preocupados, enfadados, frustrados, etc. Ahora llevamos 14 meses atrás... ¡ya es suficiente por ahora! Y, lamentablemente, debo decir que todos los vendedores son iguales. No puedes confiar en nadie en este sector. Lo digo conscientemente, aunque esto pueda causar discusiones. No es solo mi experiencia, nos lo dijeron todos al principio y siempre lo tomamos a broma pensando... bah... solo nos tocó gente equivocada... no, no...