Bertram100
15.01.2021 22:52:55
- #1
Yo he vivido lo mismo desde el "lado del vendedor". Tenía un lugar de estacionamiento en el garaje subterráneo para alquilar. En el primer intento, alguien del vecindario quería alquilar, pero quería quedarse per se 10 euros por debajo de mi precio (40 euros en lugar de 50 euros). No lo hice, pero tampoco me enfadé.
2 meses después, la misma persona me preguntó si todavía lo alquilaba. Sí, lo hacía. El lugar todavía estaba libre. Otra vez la misma discusión de precio. Además, ella también "menospreció" el lugar, diciendo que era solo un trozo de cemento feo con líneas encima.
Ahí ya no tuve ganas de alquilarle a esa persona en particular.
Y a veces el cosmos es muy amable. Otra persona se enteró de esta historia y me ofreció voluntariamente un precio más alto, acorde al mercado, más un recargo porque era una renta comercial y sujeta a impuestos para mí.
Pero la sensación de que definitivamente no le alquilaría a esa persona, aunque me costara dinero, también tenía que ver con la insolencia con la que explicó su oferta baja. No se siente bien cuando uno mismo actúa de manera muy justa y amable. Tal como seguramente hizo el vendedor aquí.
2 meses después, la misma persona me preguntó si todavía lo alquilaba. Sí, lo hacía. El lugar todavía estaba libre. Otra vez la misma discusión de precio. Además, ella también "menospreció" el lugar, diciendo que era solo un trozo de cemento feo con líneas encima.
Ahí ya no tuve ganas de alquilarle a esa persona en particular.
Y a veces el cosmos es muy amable. Otra persona se enteró de esta historia y me ofreció voluntariamente un precio más alto, acorde al mercado, más un recargo porque era una renta comercial y sujeta a impuestos para mí.
Pero la sensación de que definitivamente no le alquilaría a esa persona, aunque me costara dinero, también tenía que ver con la insolencia con la que explicó su oferta baja. No se siente bien cuando uno mismo actúa de manera muy justa y amable. Tal como seguramente hizo el vendedor aquí.