Solo me pregunto cuándo se dará cuenta el vendedor de que detrás de las promesas de financiamiento que fracasan una tras otra cuando llega el momento de firmar, hay un sistema: los bancos quieren ver una garantía adecuada en el inmueble, es decir, su sustancia debería "cubrir" el monto del crédito. Para el recargo por goodwill (es decir, la parte del precio por encima del valor), el cliente debe o bien aportar otros puntos de solvencia o la cuenta no cierra. Quien pida un precio exagerado solo podrá vender a inversores o compradores por deporte y diversión (es decir, personas que solo se prestan el dinero por razones fiscales y que en realidad lo tendrían guardado en la caja fuerte). La combinación de "precio por encima del valor" y "el comprador debe poder llevar solo con el valor del inmueble a su banco al altar" hará que muchas más solicitudes de financiamiento fracasen. Desde mi punto de vista, el vendedor o bien juega con nervios de acero o simplemente aún no se ha enterado.