El asunto es: el trabajo del arquitecto es planificar el óptimo a partir del conocimiento de sus estudios. Un profano no tiene ese conocimiento. Y así tú o ustedes solo rondan el repertorio común de la casa modelo y del héroe de la construcción de casas, pero no el conocimiento de la individualidad. Que luego salen fachadas tan arruinadas en la actualidad y también una situación de entrada no funcional, especialmente cuando se repara y endereza más que se considera algo nuevo. Al profano no le gusta borrar.
Ya es cierto, lo haré diferente en la próxima casa.
Aunque nos conocemos bastante bien y creo que al final, incluso con un arquitecto externo, llegaríamos a una planificación muy similar.
Él tampoco puede cambiar,
[*] que el terreno es como es
[*] que los límites de construcción son como son (sin cochera y sin cobertizo fuera)
[*] que el plan de desarrollo es como es
[*] que queremos dividir las habitaciones en los pisos así
[*] que incluso tenemos en la mayoría de las habitaciones deseos concretos respecto a las orientaciones cardinales
[*] y además insistimos en extravagancias como una terraza cubierta (por supuesto solo suroeste), vestidor y escalera recta.
Prácticamente lo único que queda por planificar según nuestros requerimientos son la entrada y el vestíbulo. No es de extrañar entonces que en el primer intento hayamos fallado y que ahora los requerimientos a veces incompatibles afecten a estos espacios de conexión.
Cualquier diseño, por muy inteligente que fuera, habría sido rechazado en nuestra casa si las habitaciones no estuvieran donde están ahora. Estoy seguro de que mi esposa y yo habríamos acabado degradando a cualquier arquitecto, por experimentado que fuera, al nivel de un "esclavo dibujante", al igual que al planificador del constructor general. (Lo digo en serio, al primer encuentro fuimos con un catálogo de requerimientos de diez páginas, que tenía más palabras que algunas descripciones de construcción.)
Y siendo honesto, dudo que un arquitecto realmente honesto y claro le habría quitado malas ideas como ustedes lo hacen aquí en el foro. Así que gracias por eso.
Al final ya nos gustó el primer diseño y el segundo nos gusta aún más. Por eso tampoco vamos a desechar ninguno de nuestros muchos deseos.
Y respecto a: "profano": claro, ni mi esposa ni yo somos del sector de la construcción, pero ambos estamos en posiciones donde realizamos prestaciones técnicas similares en contextos completamente diferentes. De lo contrario no llegaríamos con un catálogo de requerimientos tan extenso a un arquitecto. Tirar todo por la borda y empezar de nuevo no nos es ajeno en nuestro trabajo. El problema es más bien la relación personal con el diseño, porque desde la primera línea uno empieza a vivir en él en sueños. Y despedirse de eso es lo difícil, no es cuestión del tiempo/dinero hundido o algo parecido. Por eso uno se apega tan rápido a un diseño subóptimo.