Por diversión, una vez busqué un piso de cuatro habitaciones en alquiler en mi ciudad, y solo había una oferta que podría haber considerado. Estaba en una casa para tres familias, de tamaño similar a mi (pequeña) casa, con una parte de jardín. Todo eso me hubiera costado solo 100 € al mes (sin calefacción) menos que mi casa unifamiliar, incluyendo la plaza de aparcamiento. Y en ese caso también pagaría la hipoteca correspondiente. En mi caso, está claro que es un "ahorro forzado".
Recientemente estuve revisando la factura de gastos adicionales del último piso que alquilé, un edificio de paneles de 70 m². Los impuestos a la propiedad que me imputaron fueron aproximadamente el 80 % de lo que pago ahora por mi casa. Casi no podía creerlo...
Probablemente uno puede invertir su capital propio (si es que tiene alguno) con un rendimiento más alto que en una propiedad que usa para vivir. Por supuesto, no hay que olvidar los gastos adicionales de adquisición, que simplemente "desaparecen". Cuando hay que pagar impuesto de transmisiones patrimoniales sobre todo el inmueble y además un agente inmobiliario se queda con parte del dinero, fácilmente puede evaporarse una séptima parte del valor del inmueble sin ningún beneficio visible. (En mi caso, con ese dinero podría haber alquilado el piso mencionado arriba unas 2,5 años... o bien tengo que pagar la hipoteca durante aproximadamente cuatro años hasta que el patrimonio generado supere los gastos adicionales de adquisición).
Dentro de este marco, cada uno debe decidir por sí mismo si quiere dar el paso hacia una propiedad propia.