Me parece muy interesante cómo algunos ya antes del matrimonio tienen miedo de que después de casarse la mujer los aproveche. También es interesante que estas ideas provienen completamente de los hombres, aunque hoy en día las mujeres son claramente más independientes que hace 20 o 30 años y los hombres además han sido fortalecidos por el legislador.
No aporté un gran patrimonio al matrimonio, mi esposa tampoco. Nos casamos 3 años después de terminar mis estudios, mientras ella estaba cerca de acabar los suyos. En aquel entonces también me informé y documenté sobre el contrato matrimonial, ya que existía la posibilidad de que yo tomara el negocio de mi padre. Al final lo dejamos pasar, pues por un lado las opciones allí son limitadas y en mi caso concreto no hubiera tenido sentido. Desde mi punto de vista, los contratos matrimoniales tienen sentido cuando hay un trabajo independiente de por medio, ya existen hijos mayores que entran en el matrimonio o por un lado ya hay un patrimonio considerable.
Cuando se está casado por un periodo largo (15 años o más), es muy difícil asignar cosas solo a un cónyuge. Además, existe el derecho a un nivel de vida adecuado. Por ejemplo, si un joven millonario prometedor conquista a una camarera que acaba el bachillerato, ambos se casan y ella no trabaja durante el matrimonio, ella tiene un derecho considerable a la pensión para mantener su estilo de vida habitual. Ahí no importa en absoluto si alguna vez podría conseguirlo por sí misma. Se vuelve aún más complicado cuando uno se casa antes de tener un ingreso muy alto, y este se genera durante el matrimonio.
Salir del matrimonio es relativamente sencillo cuando no hay hijos. Generalmente ambos trabajan y si no se compró una propiedad conjunta durante el matrimonio, normalmente ninguna de las partes tiene ni el interés ni la posibilidad de aprovecharse de la otra. Con hijos suele ser diferente y con razón, ya que en la mayoría de los casos la mujer tiene las de perder después del divorcio (generalmente obtiene la custodia de los hijos, por lo que no tiene un empleo a tiempo completo, más "trabajo" y un salario inferior debido a la baja por maternidad). Ya no estamos en la antigua Roma. No puedo casarme, disfrutar algunos años con mi esposa, y luego decir: "Bueno, fue bonito, ahora puedes irte. La casa, el auto, el barco son míos, viviste gratis conmigo y tú ganas suficiente como para comprar tus cosas."