Nadie quiere imponerte un techo que no os guste. Solo parece que ves el confort de los niños como algo secundario frente a un ideal de diseño, lo cual resulta sorprendente. Desterras a los niños al vestíbulo, para que así siempre cierren bien las puertas. Luego los envías al sótano a las salas técnicas y al lavadero. ;)
Es un poco como el asiento infantil en el Porsche 911. Se puede hacer, claro.