Lo siento, todo mal
La cita favorita de "mi" directora regional es: "si quieres construir un barco, no des a tus hombres un plano, sino enséñales el anhelo del gran y ancho mar".
En este sentido, primero debes implantar en tus compañeros de bloque dos sentimientos, a saber, "los porteros son amables" y "los porteros ya tienen más experiencia en el tema".
Con la forma del techo como parámetro técnico no debes empezar: con "techo a dos aguas o techo plano con ático" desviarás la conversación hacia el plano factual. Pero solo puedes animar a tus compañeros de bloque en el plano emocional con empatía para desearle a vuestro bloque un techo común.
Por supuesto, se necesitan secciones contra incendios, pero un carpintero común y un techador común ya son una situación favorable (para este objetivo de “todo de una pieza”).
Lo ideal son cuatro parámetros uniformes en todo el bloque: 1. misma altura cero del borde superior del suelo acabado, 2. misma altura de piso, 2a. misma altura de correas inferiores (altura de muro de rodilla), 3. misma profundidad de casa, 4. misma inclinación del techo.
El "1." recomienda una cimentación común y, si es necesario, un constructor de sótanos común (podéis ser un grupo mixto con y sin sótano, eso no lo impide). Sin "2.", "2a." y "3." el "4." no es completamente inútil, pero sí mucho menos beneficioso.
Dentro de este perfil marco queda mucho espacio libre, teóricamente incluso suficiente para que cada uno construya exactamente lo que el otro encontraría más feo. Así que este es el mensaje principal en este punto: el respeto hacia los demás compañeros de bloque no limita a nadie, por tanto, tampoco pone en peligro el sueño de casa en cuanto al gusto.
El objetivo de la primera reunión debería ser el sentimiento de grupo, para que nadie piense que tiene que jugar al individualista impositivo.
En las siguientes reuniones será útil hacer partícipes a los demás de que también en vuestro caso se tienen que hacer compromisos y, por ejemplo, que el jacuzzi en la esquina se quede fuera. Eso reconcilia a los vecinos con sus compromisos y evita que éstos se sientan cargados en la “cuenta” de la “armonía con los porteros”.
Idealmente, en los compañeros de bloque madura el sentimiento de que en realidad es una verdadera pena tener que elegir uno mismo el constructor, y que lo mejor es coger al de los porteros (aunque cada uno puede sacar oficios y encargarlos o hacerlos por su cuenta!).
En una reunión posterior puedes presentar una visualización de cuán distintos pueden ser ópticamente los distintos hogares en un bloque con un perfil común como este. Lo que va sin problemas es, por ejemplo, mezclar casas monolíticas con casas con SATE o que cada uno tenga sus propias preferencias en cuanto a las piedras.
Si no hay completos inútiles, por ahora no espero problemas.
Sin embargo, con lo que debes "contar" (dijiste que los vecinos aún son novatos en temas de construcción) son con clásicos malentendidos como "las casas prefabricadas son más rápidas".