El riesgo existe en los niños sin duda, una conocida mía también lo había pensado así, después del primer hijo y el permiso de paternidad volver a trabajar a tiempo completo. La empresa la echó de mala manera, ya que no le devolvieron su viejo puesto de trabajo, sino uno en el que habría estado de viaje de negocios cada segundo fin de semana y además mucho trabajo de campo durante la semana con horarios totalmente impredecibles. Eso fue su derecho legítimo, ella se frustró y renunció por sí misma, tuvo un segundo hijo y ahora trabaja a tiempo parcial. En nuestro curso de ballet para adultos, en el que ella era la profesora, surgió esta conversación. Como allí entrenan principalmente mujeres de unos 30 años que ya tienen hijos, resultó que esta práctica del empleador no es un caso aislado. Y ni siquiera se trataba de problemas de cuidado o de plazas en la guardería, que quizá también se tengan.
Por eso, en cualquier caso esperaría hasta que todos los hijos planeados estén allí y luego vería cómo sería la solución permanente en cuanto a horario de trabajo/ingresos/costos para los niños. Por desgracia, no siempre sale como uno lo había pensado al principio. Y sería una pena si luego la casa recién construida tuviera que venderse de nuevo.