Hausbauer1
03.06.2018 22:09:33
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Hace apenas un fin de semana o el anterior hubo un gran reportaje en Süddeutsche o ZEIT, sobre por qué la generación actual, a pesar de tener empleos bien remunerados, apenas puede ahorrar patrimonio en comparación con la generación de sus padres. Seguramente se debe a las altas cargas sociales y al inicio tardío en el mundo laboral, pero no menos importante son los altos gastos de consumo en coches, ropa, vacaciones, comida, y mucho más. La generación anterior ahorró precisamente en eso en beneficio de la acumulación de patrimonio.
Pero realmente lo veo así: para mí, una propiedad utilizada personalmente en una región en crecimiento es mejor que gastar el dinero exclusivamente en consumo. Y no es necesario vivir en ella para siempre. Cuando los hijos ya no vivan en casa, la propiedad, al venderse, es un buen capital para una casa de alquiler y la jubilación.
No estamos tan alejados. Sí, es un problema que en Alemania tengamos la mayor carga de impuestos y cotizaciones del mundo y que siga aumentando, porque nuestros políticos quieren salvar al mundo entero y gastan mucho dinero en algo que de todos modos no es alcanzable con los medios disponibles. También falta en Alemania la voluntad política de reducir los tiempos de formación. Pero cada uno es responsable de su consumo. Conozco personas con ingresos similares que gastan entre 2000 y 3000 euros más al mes. Y no tengo la impresión de que vivan mal.
No lo firmaría así. La propiedad es otra forma de ahorrar. Entonces no son depósitos a la vista, fondos o acciones, sino las cuatro paredes. La mayoría con capital propio luego lo gastan en cosas sin sentido o sonríen a su cuenta bancaria. Aquí estoy sentado con mi cerveza en mi terraza dejando que el sol me caliente la cabeza calva. Se puede hablar de que los inquilinos son más flexibles si las finanzas no están bien o hay cambio de trabajo.
Sí, y precisamente en el contexto de la comparación con otras inversiones, las propias cuatro paredes son una mala idea. Pero comparado con otras posibilidades de consumo, estoy contigo: eso se puede hacer. Yo también lo haré. Pero no voy a intentar convencerme a mí mismo diciéndome que es una buena inversión.