Entonces aquí también voy a dar mi opinión
Nos concedimos: (mudanza en noviembre)
200 m² de terraza
Piscina de 12 metros de largo en la planta baja con orientación al jardín (suroeste) - la fachada de ventanas se puede abrir completamente a lo largo de 12 metros en esquina.
Salón con cine en casa y bar/mostrador incluido fabricador de hielo y pequeña nevera para cervezas (TV de 62 pulgadas en el suelo – es decir, sótano – retráctil, pantalla y proyector vienen del techo)
Una cocina de 33 m² con rincón para comer (comedor separado - 28 m²).
Sistema de sonido en cocina y comedor vía Sonos.
Un sistema Censys.
No utilizamos bus según la experiencia previa.
Cada dormitorio/niños/habitación de invitados tiene un baño en suite.
Conexión de agua caliente y fría en el jardín, sistema de riego para el mismo.
Un garaje doble (8,87 m de ancho) y una plaza doble adicional.
Iluminación indirecta con molduras en las habitaciones principales de la planta baja, pasillo, pasillo de la planta alta y dormitorio principal.
Iluminación indirecta en la piscina.
Un baño principal de casi 30 m² inspirado en el Cheval Blanc Randheli.
Conducto para ropa con acceso desde: cocina, pasillo de planta alta, baño principal de planta alta (en el mueble del lavabo en el cajón se puede introducir directamente la ropa).
Una gran ventana tipo cabrio en el ático.
Una escalera muy espaciosa con pasillo.
Una esclusa - (segunda entrada a la casa) - la misma tiene 10 m² y cuenta con armarios, lavadora (cosas de caballos de la mujer) y ducha para los perros.
Un ascensor.
35 m² de vestidor para la mujer.
Altura libre de techo en planta baja 3 metros, planta alta 2,50. Rodapiés con apariencia de molduras de 13 y 10 cm de altura. Puertas de 2,20 y 2,40 m de alto. Las puertas tienen aspecto de puertas en casetón con protección patrimonial.
Cada planta tiene una habitación de almacenamiento/lavandería para todos los utensilios de limpieza/aspiradoras etc. – no me gustan los sistemas de aspiración centralizada.
Climatización en dormitorio principal, dormitorios de niños y ático.
En realidad no renunciamos a nada de lo que queríamos