El "Testamento de Berlín" sería realmente desfavorable, porque en el peor de los casos se producirían dos sucesiones muy seguidas y se tendría que pagar el impuesto de sucesiones dos veces. Por eso no está regulado así aquí. La sucesión legal está bien. Si papá muere primero, mamá hereda la mitad y yo la mitad. Ella vive en la casa antigua y no tiene que pagar impuesto de sucesiones por ella, yo vivo en la casa nueva y tampoco tengo que pagar impuesto de sucesiones por ella. También la explotación forestal (un bosque siempre es una explotación forestal) se hereda libre de impuestos, ya que se continúa. Así, al final solo se paga impuesto de sucesiones por las tierras agrícolas arrendadas, y ambos tienen una exención de 400.000 EUR cada uno. Hay que asegurarse de que en la valoración de las tierras de cultivo no solo se tenga en cuenta su valor de mercado, sino también el alquiler más bien bajo. En Brandeburgo hay una enorme diferencia entre los precios de venta y los precios de arrendamiento.
Si mamá muere primero, la situación es diferente. Como ella no posee nada del patrimonio inmobiliario, no tiene nada que heredar allí. Entonces la carga para mí sería mucho mayor.
Probablemente acabará siendo que dividamos nuestro terreno residencial de forma real, y que dividamos virtualmente a terceros las tierras agrícolas y forestales. Pero eso aún debe aclararse en el marco de una asesoría fiscal. Ni siquiera la asesora fiscal sabía que una casa siempre pertenece a quien es dueño del terreno...
Por cierto, lo de no tener nietos propios no es un problema para él. Lo ve más bien positivamente: así puedo elegir yo mismo a quién se lo dejo en algún momento. Conocemos suficientes ejemplos en el entorno donde hubiera sido mejor que las personas no fueran parientes...