El presupuesto nos es conocido. ;)
Dejamos la casa tal como está, con toda la generosidad, sin hacer cálculos estrictos. Sabemos dónde hemos fijado nuestros límites suaves, es decir, qué cantidad máxima queremos pedir como préstamo para sentirnos cómodos con la cuota. Y en unos días sabremos dónde queda el precio de la casa, qué significa eso para nuestro presupuesto total y en qué aspectos podemos ajustar para que encaje, si es necesario.
El plano es muy simétrico actualmente. Por eso no soy gran fan de mover paredes individuales, ya que eso arruinaría la simetría en ambos pisos, que me gusta mucho.
El núcleo de la casa es que al bajar (la escalera está en el centro) se llega directamente a un pasillo abierto que desemboca prácticamente sin puertas en un gran espacio abierto (cocina, comedor, sala). Es realmente muy abierto y puedo imaginar que eso lo hace lucir muy grande y espacioso.
Mi esposo lo ama, porque le recuerda a la casa amplia y también muy abierta de su hermano en Nueva Zelanda.