Construir sobre una propiedad ya existente tras la compra de un inmueble está prácticamente excluido en nuestra caso. No tanto porque yo no lo quiera, sino más bien porque en nuestra región las propiedades existentes son demasiado caras.
Actualmente hay algunas ofertas:
- 155m² de superficie habitable, 450m² de terreno, año de construcción 1976 (rehabilitado en 2012), base de negociación 490.000€
- 186m² de superficie habitable, 900m² de terreno, año de construcción 1978, base de negociación 599.000€
- Vivienda adosada 113m², 600m² de terreno, nueva construcción (Energía-PLUS), base de negociación 728.000€
Se puede ver que, especialmente aquí en nuestra zona, los precios están por las nubes. Los 250€/m² son también el precio local de mi municipio. Para los foráneos el mismo suelo cuesta 280€/m² y de particulares, es decir, prácticamente en el mercado libre, se paga ya alrededor de 350€/m².
Además, para este área de nueva construcción en la que (esperemos) esté mi terreno, hay ya 95 solicitantes para 17 parcelas.
La única posibilidad para construcción sobre edificio existente sería algún día la casa de los padres. Pero para eso aún (esperemos) tengo que esperar 20 años, y entonces para mí, debido a las razones mencionadas, ya será demasiado tarde para invertir mucho dinero.