y en realidad no pueden permitírselo.
Preguntan aquellos que no están en posición de preguntar - y por eso están alejados de la realidad.
Debo admitir que no entendí la última frase que dijiste.
Y debo admitir que este es actualmente mi hilo personal de palomitas, donde realmente no se me ocurre nada más que negar con la cabeza.
Mi última frase de entonces significa exactamente lo que está escrito: eres uno de aquellos que no pueden permitirse tales “inversiones”. Aunque sea factible en términos numéricos, no te haces ningún favor, porque en lugar de ganar, psicológicamente pagarás a lo largo de los años, ya que los otros costos de vida (reparaciones en la propia casa y vehículo) más bien te devoran en vez de darte motivos para sonreír con una inversión. También debes pensar a 10 años o más.
Entonces uno también debe evaluar su propia situación de salud: quien no trabaja tanto tiempo, tampoco se mantendrá mucho tiempo al 100%, ni podrá contar con un 120% que podría ser necesario para una “escalera profesional”.
Como sea: no me corresponde juzgar, pero uno mismo debe poder hacerlo de alguna manera.
Luego está el tema del alquiler: ¿quieres que personas ajenas alquilen la casa y que tus familiares, que son queridos y valiosos, se muden contigo?
El alquiler implica una renovación energética…
Solo que la idea de que mi hija pueda seguir su camino sin presiones financieras, eso ya motiva mucho.
Jeje, ella tiene apenas tres años y tú planeas la gran y enorme ganancia en los próximos 20 años. Esto es precisamente lo que también opina
Cada pocas semanas aparece un mensaje tan alejado de la realidad que solo puede ser un troll.
Alguien quiere hacerse el gran negocio mediante “inversión”. Hipoteca sobre su propia casa, por cierto la casa de su hija (hipoteca), y luego cerrar los ojos y seguir adelante.
Me recuerda a la hija de mi padre: él también compró inmuebles, con los años varios (porque podía, no porque el banco pudiera), siempre con el argumento de “previsión para la vejez, para mi hija”. Me alegro si vende las dos últimas (tres con su propia casa), y que incluso así viva de alquiler en lugar de gastar enormes costos de calefacción y jardinería solo para mantenerlas, y que la hija no tenga carga alguna con las casas envejecidas. El cuidado cuesta suficiente. Y la hija tiene su propia vida con sus altibajos. No se necesita un inmueble de 98 años, con casi 40 años y un retraso de mantenimiento de 30 años a sus espaldas.
Por más que hablen los banqueros: a veces algunas cosas solo son cálculos en papel y están alejadas de la vida simple.