También pienso que depende de la situación vital de cada uno.
Hemos calculado que preferimos amortizar poco y mantener abierta la posibilidad de reducir la suma restante al final del período de tipo fijo mediante amortizaciones extraordinarias. Si aprovechamos cada año la amortización extraordinaria con disciplina, incluso terminaríamos antes de la fecha de vencimiento.
Si nos surgen costes imprevistos (o también previsibles a medio plazo), se podrá utilizar una parte de lo que hemos ahorrado para la amortización extraordinaria anual. (por ejemplo, probablemente habrá que sustituir nuestros coches después de la construcción y la cuota mensual nos deja aún suficiente margen). La flexibilidad era importante para nosotros. Y somos lo suficientemente disciplinados para apartar cada mes de forma constante lo que normalmente debería ir a una amortización más alta.
Pero, por ejemplo, no necesitamos ajustar la cuota de amortización si reduzco mi jornada laboral o me jubilo. Eso está previsto (tengo 51 años y discapacidad, así que me jubilaré a más tardar a los 65, y con un período de tipo fijo de 20 años todavía no habremos terminado). Lo hemos planteado de modo que la carga mensual normal sea manejable para nosotros y con el objetivo de aprovechar al máximo cada año el 5% de amortización extraordinaria. Y si no se puede, pues no se puede.
Incluso sin haber utilizado nunca la amortización extraordinaria durante los 20 años, nos quedaría una cantidad residual previsible o, si es necesario, podríamos utilizar otros valores financieros para eso (todavía tengo algunos ahorros para emergencias).
Y pienso que cada uno debería planteárselo así: ¿qué puedo aportar bien cada mes? ¿Qué cambios pueden venir, es decir, acaso tendré más o menos ingresos que ahora? ¿Qué tipo de persona soy? ¿Tengo la disciplina para apartar dinero para amortización extraordinaria o el dinero me escapa fácilmente y prefiero pagarlo fijo cada mes antes que gastarlo en otra cosa? ¿Puedo asumir el riesgo de tener que contratar una financiación de seguimiento a un tipo de interés mucho más alto?
Según eso, diseño mi financiación. Claro, quien opta por un tipo fijo más largo evita el riesgo y eso cuesta, simplemente. Pero por otra parte me parece un poco simplista pensar solo en cuánto ahorro en costes si, por ejemplo, elijo un período de tipo fijo más corto. Hay muchas casas donde los propietarios han financiado a 10 años y lo han arreglado en el último minuto, y esos 10 años se han acabado antes de lo previsto, y entonces te encuentras con una suma residual no despreciable. Nuestros amigos buscaron casa mucho tiempo y oyeron de más de un agente inmobiliario: esperen unos 3-6 años, entonces aparecerán las devoluciones; casas cuyo período de tipo fijo de 10 años ha expirado y cuyos propietarios ya no pueden financiar porque los intereses han subido y ya habían ajustado la financiación al límite.