Breve información para ti. Raramente un notario es también al mismo tiempo abogado.
Si es así, entonces se aplica como aquí:
Notarias y notarios son - a diferencia de abogadas y abogados - no representantes de una parte, sino completamente independientes e imparciales cuidadores de todas las partes involucradas. En su independencia, las notarias y notarios se asemejan a las juezas y jueces.
No es tarea de las notarias y notarios decidir de manera autoritaria sobre disputas y otros asuntos. En este sentido, se diferencian de las juezas y jueces, más bien ofrecen consejo y participación a las partes involucradas. Estas son libres de aceptar o no el consejo.
Para evitar cualquier duda sobre su imparcialidad, las notarias y notarios no deben actuar como tales en un asunto en el que ya hayan intervenido fuera de sus funciones oficiales, no pudiendo actuar más como notarias o notarios. Por ello, una notaria o notario abogado no debe realizar ninguna certificación en un asunto en el que ya haya actuado (o una persona participando en la sociedad) como abogada o abogado. Pero también a la inversa, la notaria o notario abogado no debe actuar en calidad de abogada o abogado si ya ha intervenido como notaria o notario en el mismo asunto. Debido a la especial importancia de la imparcialidad notarial, el concepto de ese mismo asunto debe interpretarse de manera amplia.
Así que, no hay asesoría legal ni certificación para un mismo cliente.